La cadena se suelta; la cadena se rompe y el vítreo cascabel cae al suelo y se parte en mil pedazos; pedazos de vida, pedazos de alma, pedazos de sueño…
Todo comienza en un desenfrenado ataque de nervios…
Antes, llevaba un bonito cascabel, un bonito cascabel de cristal que repiqueteaba con cada paso. A cada salto, a cada giro, a cada vuelta, el cascabel emitía un bello y alegre sonido que arrastraba una melodiosa canción allá por donde pasaba. Y así, era feliz… Así se puede ser feliz, hasta que todo comienza…
Todo comienza en un desenfrenado ataque de nervios……después, los nervios dan paso a la ira y a las contestaciones; los malos gestos, las miradas de reojo, los vistazos por encima del hombro…
Entonces, se pasa a la rabia y a la pelea. Los procesos bélicos nunca han sido algo bonito. Se siegan vidas, se rompen familias, se pierden personas queridas, se abortan ilusiones.
Y es en ese momento cuando se entra en la espiral; la vorágine de violencia que nunca se acaba si nadie quiere acabarla.
La moira, la irreversible…
La cadena se suelta; la cadena se rompe y el vítreo cascabel cae al suelo y se parte en mil pedazos; pedazos de vida, pedazos de alma, pedazos de sueño……la vida, Ella.
Pero Ella no es mala, no es cruel. Eris es cruel, la del pavo real es cruel, la Dueña y Señora de las Máscaras es cruel; pero no Ella. Ella es buena y misericordiosa. Por eso ella recoge con cuidado todos los trocitos del quebradizo cascabel; perlas rotas, lágrimas perdidas, los recompone; los vuelve a unir y en ese momento, cuando todo parece perdido, cuando todo en el mundo se ha hundido con el buque en el inmenso remolino del naufragio, de pronto ella hace sonar de nuevo el cascabel en aquel inmenso e insonoro vacío.
…eco…
El cascabel deja oír su eco en la oscuridad, en la pena, en el temor…
Y entonces me doy cuenta de que Ella no quiere que esté triste. Ella es vida y la Vida hay que vivirla. La Vida es un don único que sólo nos es otorgado una vez. El cascabel recompuesto brilla como nunca lo ha hecho, su armonioso sonido se expande por todos los recovecos de la moira, de la irreversible, de la oscuridad… y también por todos los de la vida. El sonido llega a mis oídos, espanta los temores, ahuyenta las sombras, redime las almas… música…
La música es arte, el arte es vida… la vida es capaz de salvar un alma…
Recuerdo cuando era pequeña; tenía un maestro; un maestro que probablemente me habría dicho que ante esta situación lo más lógico es levantar la cabeza; lógico y racional... hombros atrás, espalda recta, cabeza erguida, ceja levantada… míralos despectivamente, por encima de ellos y no les hagas caso, habría dicho; su filosofía era así: no es que te entrara por un oído y te saliera por el otro, es que ni siquera tenía que llegarte a entrar…
Pero los maestros cambian… o mejor dicho, la gente cambia de maestros… y ahora, bien por el momento, bien por la edad, bien por las experiencias vividas que de pronto me han llevado a crecer demasiado rápido, ya no puedo levantar la ceja… ya no me sale…
Y sin embargo, la vida me ha enseñado muchas lecciones; me ha enseñado, como cierto sabio solía decir, que cuando uno se cae, lo que tiene que hacer es volverse a levantar. Me ha enseñado que ella misma es un camino largo y escarpado, pedregoso, difícil, lleno de escollos y piedras; lleno de trampas y animales acechantes; pero los escollos se pueden salvar, las piedras se pueden saltar, las trampas se pueden esquivar, los animales acechantes se pueden ahuyentar…
Me ha enseñado a luchar, la Vida misma, me ha enseñado a vivir.
Sé que cuando uno tropieza, lo más importante es levantarse, sacudirse el polvo y seguir caminando; porque una vida llevada a su término, otorga la felicidad, por muchos tropezones que haya tenido el camino.
¿Por qué? Porque sigo creyendo. Porque aún hay magia y sólo la vemos los que la sabemos ver; porque en cada brizna de hierba, en cada soplo de viento, en cada gota de lluvia y en cada hoja de árbol convergen miles de millones de fuerzas naturales, campos de fuerzas, seres elementales; porque sigo viendo hadas y aún quedan unas pocas personas en el mundo que saben verlas también; porque la vida se construye a base de sueños y de esos sueños se alimenta la gente… pero lo que la mayoría de la gente no sabe, no entiende, o no quiere entender, o quizás ambas o las tres a la vez, es que muchos de esos sueños, no son sueños; muchos de esos sueños son verdad, pero es una Verdad demasiado grande para que la vislumbren las personas ciegas a comprender…
Sé que en la vida se ríe y se llora, se sufre y se está feliz; sé que se ama, se odia, se cree y se siente; sé que uno se asusta, se apena, se alegra, se sorprende… sé que la vida es única y que hay mil y más maneras para vivirla.Sé que por mucho que tropiece, me volveré a levantar.
Porque sé quién me apoya realmente, sé quién está conmigo. Sé quién me quiere, quién es realmente mi amigo. Sé qué es ser feliz… lo recuerdo… y jamás voy a olvidarlo, y de nuevo voy a conseguirlo. Sé que puedo resurgir y estoy resurgiendo.
Sé lo que voy a hacer a continuación.
Ahora, ha llegado mi momento…
…
…
…
…
El cascabel tintinea de nuevo cuando es depositado intacto en mi mano; me lo cuelgo al cuello y levanto la mirada. Sonrío. Ella se marcha, de nuevo, para que yo pueda dar un paso adelante… dar un paso adelante y volver a caminar… caminar de nuevo.
A todos aquellos seres que sé quiénes son; a todos aquellos que están conmigo; a los que lo saben y a los que no lo saben, a todos aquellos seres que realmente han visto la Verdad conmigo; a los que saben lo que significa que les regale un abrazo; una gran sabia me dijo una vez que un abrazo es un octavo de felicidad diaria; pues a todos vosotros, un abrazo.
PD. Lo podemos conseguir, apoyándonos, juntas, Dama de los Mares, lo podemos conseguir. Es duro, es complicado, pero se puede hacer, hay que volver a caminar… caminar de nuevo. Gracias.
El vítreo cascabel no ha tintineado por última vez…
Todo comienza en un desenfrenado ataque de nervios…
Antes, llevaba un bonito cascabel, un bonito cascabel de cristal que repiqueteaba con cada paso. A cada salto, a cada giro, a cada vuelta, el cascabel emitía un bello y alegre sonido que arrastraba una melodiosa canción allá por donde pasaba. Y así, era feliz… Así se puede ser feliz, hasta que todo comienza…
Todo comienza en un desenfrenado ataque de nervios……después, los nervios dan paso a la ira y a las contestaciones; los malos gestos, las miradas de reojo, los vistazos por encima del hombro…
Entonces, se pasa a la rabia y a la pelea. Los procesos bélicos nunca han sido algo bonito. Se siegan vidas, se rompen familias, se pierden personas queridas, se abortan ilusiones.
Y es en ese momento cuando se entra en la espiral; la vorágine de violencia que nunca se acaba si nadie quiere acabarla.
La moira, la irreversible…
La cadena se suelta; la cadena se rompe y el vítreo cascabel cae al suelo y se parte en mil pedazos; pedazos de vida, pedazos de alma, pedazos de sueño……la vida, Ella.
Pero Ella no es mala, no es cruel. Eris es cruel, la del pavo real es cruel, la Dueña y Señora de las Máscaras es cruel; pero no Ella. Ella es buena y misericordiosa. Por eso ella recoge con cuidado todos los trocitos del quebradizo cascabel; perlas rotas, lágrimas perdidas, los recompone; los vuelve a unir y en ese momento, cuando todo parece perdido, cuando todo en el mundo se ha hundido con el buque en el inmenso remolino del naufragio, de pronto ella hace sonar de nuevo el cascabel en aquel inmenso e insonoro vacío.
…eco…
El cascabel deja oír su eco en la oscuridad, en la pena, en el temor…
Y entonces me doy cuenta de que Ella no quiere que esté triste. Ella es vida y la Vida hay que vivirla. La Vida es un don único que sólo nos es otorgado una vez. El cascabel recompuesto brilla como nunca lo ha hecho, su armonioso sonido se expande por todos los recovecos de la moira, de la irreversible, de la oscuridad… y también por todos los de la vida. El sonido llega a mis oídos, espanta los temores, ahuyenta las sombras, redime las almas… música…
La música es arte, el arte es vida… la vida es capaz de salvar un alma…
Recuerdo cuando era pequeña; tenía un maestro; un maestro que probablemente me habría dicho que ante esta situación lo más lógico es levantar la cabeza; lógico y racional... hombros atrás, espalda recta, cabeza erguida, ceja levantada… míralos despectivamente, por encima de ellos y no les hagas caso, habría dicho; su filosofía era así: no es que te entrara por un oído y te saliera por el otro, es que ni siquera tenía que llegarte a entrar…
Pero los maestros cambian… o mejor dicho, la gente cambia de maestros… y ahora, bien por el momento, bien por la edad, bien por las experiencias vividas que de pronto me han llevado a crecer demasiado rápido, ya no puedo levantar la ceja… ya no me sale…
Y sin embargo, la vida me ha enseñado muchas lecciones; me ha enseñado, como cierto sabio solía decir, que cuando uno se cae, lo que tiene que hacer es volverse a levantar. Me ha enseñado que ella misma es un camino largo y escarpado, pedregoso, difícil, lleno de escollos y piedras; lleno de trampas y animales acechantes; pero los escollos se pueden salvar, las piedras se pueden saltar, las trampas se pueden esquivar, los animales acechantes se pueden ahuyentar…
Me ha enseñado a luchar, la Vida misma, me ha enseñado a vivir.
Sé que cuando uno tropieza, lo más importante es levantarse, sacudirse el polvo y seguir caminando; porque una vida llevada a su término, otorga la felicidad, por muchos tropezones que haya tenido el camino.
¿Por qué? Porque sigo creyendo. Porque aún hay magia y sólo la vemos los que la sabemos ver; porque en cada brizna de hierba, en cada soplo de viento, en cada gota de lluvia y en cada hoja de árbol convergen miles de millones de fuerzas naturales, campos de fuerzas, seres elementales; porque sigo viendo hadas y aún quedan unas pocas personas en el mundo que saben verlas también; porque la vida se construye a base de sueños y de esos sueños se alimenta la gente… pero lo que la mayoría de la gente no sabe, no entiende, o no quiere entender, o quizás ambas o las tres a la vez, es que muchos de esos sueños, no son sueños; muchos de esos sueños son verdad, pero es una Verdad demasiado grande para que la vislumbren las personas ciegas a comprender…
Sé que en la vida se ríe y se llora, se sufre y se está feliz; sé que se ama, se odia, se cree y se siente; sé que uno se asusta, se apena, se alegra, se sorprende… sé que la vida es única y que hay mil y más maneras para vivirla.Sé que por mucho que tropiece, me volveré a levantar.
Porque sé quién me apoya realmente, sé quién está conmigo. Sé quién me quiere, quién es realmente mi amigo. Sé qué es ser feliz… lo recuerdo… y jamás voy a olvidarlo, y de nuevo voy a conseguirlo. Sé que puedo resurgir y estoy resurgiendo.
Sé lo que voy a hacer a continuación.
Ahora, ha llegado mi momento…
…
…
…
…
El cascabel tintinea de nuevo cuando es depositado intacto en mi mano; me lo cuelgo al cuello y levanto la mirada. Sonrío. Ella se marcha, de nuevo, para que yo pueda dar un paso adelante… dar un paso adelante y volver a caminar… caminar de nuevo.
A todos aquellos seres que sé quiénes son; a todos aquellos que están conmigo; a los que lo saben y a los que no lo saben, a todos aquellos seres que realmente han visto la Verdad conmigo; a los que saben lo que significa que les regale un abrazo; una gran sabia me dijo una vez que un abrazo es un octavo de felicidad diaria; pues a todos vosotros, un abrazo.
PD. Lo podemos conseguir, apoyándonos, juntas, Dama de los Mares, lo podemos conseguir. Es duro, es complicado, pero se puede hacer, hay que volver a caminar… caminar de nuevo. Gracias.
El vítreo cascabel no ha tintineado por última vez…
